¿Nunca te has puesto a pensar en cómo las cosas se acoplan a
tus medidas, necesidades… haciendo más fácil y cómodo su uso? ¿En cómo se llega
a ese proceso y resultado?
Bueno, es gracias al Diseño Centrado en el Usuario (DCU), que se
define como un enfoque de diseño, cuyo proceso está dirigido por información
sobre las personas que utilizarán el producto.
Su origen se relaciona con el diseño industrial y militar de
la década de los cincuenta (lo que hablamos sobre las escuelas). Y como dijimos,
en ese entonces los diseñadores estaban convencidos de que la optimización y
adaptación del ser humano al diseño de productos respondía a un proceso muy
detallado de investigación en antropometría, ergonomía, arquitectura o
biomecánica.
Los diseñadores y arquitectos de la época, fueron
influenciados por los adelantos de la
arquitectura y la ingeniería de ese entonces, modificaron los productos y
aportaron nuevas soluciones que poco a poco resultaron en adaptaciones tecnológicas
a las características de las personas. Con esto, el diseño ya no era solo estético
y funcional, también buscaba que su uso fuera cómodo y fácil.
Pero, existe una diferencia entre usabilidad y DCU: la
usabilidad es un atributo de la calidad del diseño final, mientras que el DCU
es el proceso para alcanzar y mejorar la usabilidad del producto; quiere decir
que, la usabilidad es el ‘’que’’, mientras que el DCU es el ‘’cómo’’. Al diseñar
algo usable no necesariamente significa que se haya logrado aplicando el DCU. ‘’El DCU
es un proceso en el que las decisiones están dirigidas por y hacia el usuario,
y los objetivos que quiere satisfacer el producto, donde la usabilidad del
diseño es evaluada y mejorada en el proceso’’.
Henry Dreyfuss, autor del libro Designing for People (1955),
popularizó la idea del diseño como proceso a partir de sus diseños de teléfonos
para Bell Telephones. Este diseñador industrial fue pionero del DCU. Estudió
cómo se construían los teléfonos, cómo se percibían y como eran utilizados por
las personas. Finalmente sus conclusiones fueron aplicadas a un nuevo diseño,
en el cual se hizo la corrección de aspectos como la forma, el tamaño y el
color.
En la década de los 80s, comienza la verdadera expansión del
diseño centrado en el usuario. Donald Norman, fue quien empezó a utilizar el término User
Centered System Design en 1983.
El concepto de DCU se comenzó a usar como base de trabajo, investigación y
desarrollo de principios del diseño de usuario. Se observaba como las personas utilizaban los
objetos o sistemas y creaban sus propios procesos de interacción con ellos. Fueron
tres términos que resultaron importantes para entender estos procesos:
-El modelo conceptual: Ofrecido por el diseñador del
sistema.
-Interfaz: La imagen que el sistema presenta al usuario.
-El modelo mental: Desarrollado por el usuario a partir de
la imagen.
De este modo, el enfoque del DCU busca asegurar la creación
de un producto con la funcionalidad adecuada para usuarios concretos. El
objetivo de esta filosofía es ofrecer respuesta a preguntas como ¿quién usará
este sistema?, ¿qué es lo que va a hacer con él? o ¿qué información necesitará
para alcanzar sus objetivos?.
El usuario debe
ubicarse en el centro de toda decisión de diseño. No sólo se diseña productos, también
se diseña experiencias de usuario. Aunque ponerse en lugar del usuario no es
una fácil, en muchas ocasiones los usuarios no serán conscientes de sus propias
necesidades y se tiene que descubrir aquello que necesitan. Para el proceso, se
puede dividir en cuatro fases:
-Entender y especificar el contexto de uso: Identificar a
las personas a las que se dirige el producto, para qué lo usarán y en qué
condiciones.
-Especificar requisitos: Identificar los objetivos del
usuario y del proveedor del producto que deberán satisfacerse.
-Producir soluciones de diseño: Esta fase se puede
subdividir en diferentes etapas secuenciales, desde las primeras soluciones
conceptuales hasta la solución final de diseño.
-Evaluación: Es la fase más importante del proceso, en la
que se validan las soluciones de diseño o se detectan problemas de usabilidad.
Esto no quiere decir que el DCU sea únicamente un proceso de
ejecución, también puede ser un enfoque para pensar la idea del producto, para
resolver el problema de su utilidad (diseñar centrándonos en el usuario no sólo
implica entender cómo será usado el producto y evaluar las soluciones de diseño,
sino también analizar el valor del producto que se creará y su capacidad para
resolver necesidades reales).